Hace ya once años, el destino nos cruzó en la clínica veterinaria. Dani llegó como estudiante en prácticas, lleno de ilusión y nervios, y allí estaba Noemí, trabajando con pasión y con una mirada que pronto se volvió imposible de olvidar.
Lo que empezó como una bonita amistad fue creciendo poco a poco, entre risas compartidas, charlas interminables y miradas cómplices que decían más que mil palabras. Sin darnos cuenta, se convirtió en un amor profundo, valiente y lleno de calma, un amor que se ha fortalecido día tras día.
Con el tiempo, construimos juntos un hogar lleno de cariño, y llegó nuestro mayor regalo: Daniel, nuestro hijo, que hoy, con sus tres años, nos enseña cada día el verdadero significado de la palabra amor.
Después de más de una década de aventuras, de crecer como pareja, como padres y como compañeros de vida, sentimos que ha llegado el momento de dar el “sí, quiero” rodeados de todos los que han sido parte de nuestro camino.
Además, para hacer este día aún más especial, celebraremos también el bautizo de nuestro pequeño Daniel, compartiendo con vosotros la alegría de acompañarle en su primer gran paso.
Porque el amor que nació hace once años hoy se convierte en una promesa para siempre.
¡Nos casamos!